Consecuencias de las caídas en personas mayores
3 de Junio de 2025

CONSECUENCIAS DE LAS CAÍDAS EN PERSONAS MAYORES


Las caídas en personas mayores pueden tener diferentes consecuencias, que se dividen en tres tipos principales:

• Inmediatas: lesiones como heridas, hematomas, contusiones o fracturas (especialmente de cadera), traumatismos craneoencefálicos, neumotórax, entre otros.

• A largo plazo: pérdida de movilidad, limitación de actividades diarias (más del 60%), aparición de dolor crónico, rigidez, contracturas, úlceras por presión, estreñimiento y debilidad muscular progresiva.

• Por permanecer mucho tiempo en el suelo: si la persona no puede levantarse, se pueden dar casos de hipotermia, deshidratación o rabdomiólisis (destrucción muscular por permanencia prolongada en el suelo).


Se calcula que una de cada diez caídas en ancianos provoca consecuencias médicas graves.


PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO DE CAÍDAS CON COMPLICACIONES

• Pérdida de fuerza y debilidad muscular, lo que multiplica el riesgo de complicaciones.

• Problemas en el equilibrio, que aumentan significativamente la probabilidad de caídas graves.

• Deterioro cognitivo o demencia.

• Osteoporosis.

• Uso de anticoagulantes.

• Imposibilidad del anciano para levantarse sin ayuda tras la caída.


MANEJO Y TRATAMIENTO

1. Atender lesiones como heridas o fracturas.

2. Si la caída es por bajada de tensión, evitar comidas copiosas, controlar la presión y revisar medicamentos.

3. Corregir alteraciones del equilibrio y de la marcha. Fortalecer la musculatura de las piernas mediante ejercicios. Usar bastón u otras ayudas técnicas.

4. Mejorar el entorno del hogar para mayor seguridad. Las sujeciones físicas solo deben usarse en casos extremos por su riesgo para la salud mental y física del paciente.


PREVENCIÓN DE CAÍDAS

• Alimentación equilibrada y adecuada.

• Programas de ejercicio físico y marcha.

• Reeducación del equilibrio y revisión de la vista.

• Control de medicación. Evitar el uso de sedantes o fármacos con efectos secundarios que afecten al equilibrio.


MEDIDAS DE SEGURIDAD EN EL HOGAR

• Acondicionar la vivienda con medidas de seguridad en todas las estancias.

• Usar suelos antideslizantes, evitar alfombras pequeñas o encerados.

• Retirar cables del suelo y marcar los desniveles con cinta reflectante.

• Iluminación adecuada y teléfonos accesibles.

• Colocar objetos de uso frecuente al alcance, tanto en la cocina como en el baño.

• Evitar las escaleras si no son seguras.

• Usar luz nocturna y evitar que la persona se levante sola por la noche.

• Colocar antideslizantes en ducha y silla. Usar elevadores de WC y barras de apoyo.

• Evitar sillones y sillas demasiado bajas.

• La cama debe estar a la altura de la cadera de quien la usa.

• Facilitar el paso de la cama a un sillón.


ERGONOMÍA

El término “ergonomía” proviene del griego: ergos (actividad) y nomos (normas o leyes naturales). Su significado literal sería “las normas que rigen la actividad humana”. La ergonomía es la ciencia que estudia las capacidades, características y limitaciones de los seres humanos para adecuar los productos, entornos y tareas a sus necesidades. Analiza los elementos del entorno artificial creado por el ser humano y su relación con los gestos, posturas y actividades que este realiza.


En cualquier ámbito, el objetivo de la ergonomía es claro: adaptar el entorno (herramientas, mobiliario, productos, espacios y tareas) a las capacidades y limitaciones de las personas. Así se mejora la seguridad, eficiencia y bienestar tanto de trabajadores como de usuarios y consumidores. Esta disciplina busca optimizar el confort, el rendimiento y la seguridad, siempre desde la perspectiva de la persona que lo utiliza. Es una ciencia autónoma que se nutre de varias disciplinas como la fisiología, psicología, biomecánica, antropometría, ingeniería industrial o diseño, entre otras.


El enfoque ergonómico parte de adaptar productos y tareas a las personas, nunca al revés.


HIGIENE POSTURAL Y PRINCIPIOS DE MECÁNICA CORPORAL

Es importante seguir unos principios básicos de coordinación y movimiento para prevenir lesiones tanto en profesionales como en las personas que están siendo movilizadas. Aplicar correctamente estas técnicas reduce el esfuerzo físico, evita lesiones y mejora el bienestar de todos los implicados.


Principios esenciales:

1. Acondicionar el entorno de trabajo: preparar el espacio, retirar obstáculos, frenar la cama o silla si es necesario. Usar calzado antideslizante.

2. Estabilidad corporal: separar los pies para ampliar la base de apoyo y colocar uno ligeramente adelantado al otro. Flexionar las rodillas para distribuir mejor el peso.

3. Evitar doblar la espalda: utilizar la fuerza de las piernas y el peso del cuerpo para levantar o mover objetos.

4. Activar la musculatura: contraer abdominales y glúteos para mantener la estabilidad de la pelvis y proteger la zona lumbar.

5. Mantener el peso lo más cercano posible al cuerpo al trasladar o sujetar cargas, lo que ayuda a mantener los centros de gravedad alineados y reduce el esfuerzo.

6. Empujar o deslizar objetos es menos exigente que levantarlos. Es recomendable mover el cuerpo en la misma dirección que el objeto.

7. Mantener la postura corporal alineada durante cualquier esfuerzo físico.

8. Acompañar el movimiento con el pie en la dirección deseada. Evitar giros bruscos del tronco.

9. Apoyarse en puntos de apoyo estables. Usar el propio peso como contrapeso al realizar movimientos.

10. Al movilizar a una persona, bloquear una extremidad (por ejemplo, rodilla con rodilla) para girar con seguridad.

11. Si se requiere ayuda, solicitarla. Conocer las propias limitaciones.

12. Explicar siempre los movimientos al usuario para que pueda colaborar. Dar instrucciones claras y concisas.


CAMBIOS POSTURALES

Cambiar la posición de una persona encamada o con movilidad reducida es una medida fundamental para prevenir lesiones, mejorar la circulación y aumentar el confort. Se recomienda hacerlo cada 2-3 horas, usando cojines, cuñas o toallas enrolladas si es necesario. Además, estos momentos pueden aprovecharse para ofrecer bebida o cambiar bolsas de diuresis.


POSICIONES CORPORALES MÁS HABITUALES

Las posturas más comunes en personas con dependencia incluyen:

• Decúbito supino (boca arriba)

• Decúbito prono (boca abajo)

• Decúbito lateral derecho e izquierdo


También es recomendable elevar las piernas en casos de edemas o problemas circulatorios.


USO CORRECTO DE LA SILLA DE RUEDAS

• Empujar siempre desde atrás.

• Asegurarse de que brazos y manos no estén entre los radios de las ruedas.

• No bajar pendientes de cara; hacerlo siempre de espaldas para evitar accidentes.

• Asegurar al usuario con cinturones adecuados para prevenir caídas.

• Evitar lesiones por sistemas de sujeción.

• Usar reposapiés correctamente y evitar el llamado “pie en equino” (pie en punta de forma permanente).

• El cuidador debe llevar siempre calzado cerrado y con buena adherencia.

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